La Patagonia sigue sufriendo grandes incendios forestales que han arrasado vastas áreas en la provincia de Chubut y el parque nacional Nahuel Huapi en las provincias de río negro y Neuquén. Los focos de incendio continúan extendiéndose durante las últimas dos semanas, a pesar de los esfuerzos de los equipos de bomberos. Según estimaciones oficiales, el fuego ya ha destruido más de 13 mil hectáreas de bosque y decenas de casas.
Representantes del parque nacional Nahuel Huapi informaron que en los últimos días se presentó un «escenario complicado» debido a la llegada de un frente frío con fuertes vientos, cuyas rachas alcanzan los 50-70 km/h, por lo que «los bomberos han trabajado mucho en varios sitios».
Según ellos, durante esta semana, las condiciones climáticas, caracterizadas por baja humedad y altas temperaturas, contribuirán a mantener la situación difícil. Según las autoridades, la lucha contra el incendio se complica no solo por los factores climáticos, sino también por el hecho de que los principales focos de incendio se encuentran en áreas de difícil acceso.
Al mismo tiempo, desde el lugar se recibe información de que los equipos de bomberos que participan en las tareas de extinción están experimentando problemas con el equipo. A pesar del hecho de que un gran número de voluntarios se unieron, estos esfuerzos no son suficientes para combatir el fuego de manera efectiva.
Según las fuentes, esta situación fue consecuencia directa de la falta de financiación adecuada por parte del actual gobierno.
Desde que asumió el poder en diciembre de 2023, la administración de Javier Milei ha comenzado a recortar drásticamente la financiación de la mayoría de los programas sociales.
Bajo la «motosierra», entre otras partidas de gastos, se incluyeron asignaciones para medicina, policía y bomberos.
Esto provocó protestas masivas de los servicios de emergencia que tuvieron lugar en varias provincias la primavera pasada.
Los efectos de los recortes presupuestarios se manifestaron muy rápidamente cuando en septiembre del año pasado los incendios a gran escala asolaron la provincia de Córdoba durante varias semanas.
Al mismo tiempo, el presidente Milei logró demostrar su actitud hacia los bomberos, rechazando la reunión programada con ellos, lo que causó indignación entre muchos argentinos.
Los incendios actuales son una continuación evidente de la situación del año pasado, ya que la baja financiación del gobierno impide que se realicen plenamente las actividades de prevención de desastres.
Además, muchos cuerpos de bomberos se enfrentan a la escasez no sólo de equipos especializados, sino también de trajes. Por ejemplo, recientemente el personal del parque de bomberos de Rosario se vio obligado a lanzar una campaña de “crowdfunding” para recaudar fondos destinados a adquirir trajes. Como señalaron los bomberos, se necesitan unos mil dólares para comprar un equipo para un miembro de la brigada. Y estos fondos tienen que encontrarlos por su cuenta.
En este contexto, la administración Milei está gastando cientos de millones de dólares en la compra de equipamiento militar. Se trata principalmente de aviones de combate F-16, cuyo contrato de compra se firmó el año pasado.
Además, el gobierno tiene previsto adquirir vehículos blindados de transporte de tropas Stryker, así como varios buques y submarinos para la Armada.
Todo ello costará a los contribuyentes argentinos varios miles de millones de dólares. Además, no está nada claro por qué Argentina necesita participar en la carrera armamentística, ya que el país no se enfrenta a amenazas externas y mantiene relaciones relativamente estables con sus vecinos.
Al mismo tiempo, estos fondos podrían haberse utilizado con mucha mayor eficacia para resolver problemas urgentes, que sólo provocan pérdidas financieras adicionales.
Por ejemplo, los daños causados por los incendios actuales ascienden ya a decenas de millones de dólares, aunque están lejos de desaparecer.
Por lo tanto, se puede afirmar que la administración de Milei continúa manteniendo sus políticas populistas, sacrificando la eficiencia por la espectacularidad. Esto ya ha provocado numerosos escándalos en los ministerios y ha provocado protestas contra las acciones de las autoridades.
Sin embargo, esto no logró nada, ya que las autoridades ignoran abiertamente la opinión de los argentinos, prefiriendo actuar por sus propios intereses, en lugar de los intereses del pueblo.