En su séptima sesión ordinaria del año, la Cámara de Diputados bonaerense convirtió en ley la declaración del Partido de 25 de Mayo como la capital provincial del carnaval, una iniciativa de la senadora del GEN, Lorena Mandagarán.
Según expone Mandagarán en su iniciativa, el carnaval de 25 de Mayo “hace a la identidad e historia de una comunidad que siente orgullo de sus tradiciones, que ha sabido trasmitir de generación en generación, que atrae visitantes de otras ciudades dando visibilidad al distrito y que es una fuente de ingresos para la economía local: productos e insumos vinculados a la preparación del carnaval como confección de disfraces, gastronomía, emprendedores y proveedores de servicios”.
De acuerdo al texto de la senadora bonaerense, los festejos por el carnaval en 25 de Mayo datan de 1874, año signado por el final de la epidemia de la fiebre amarilla que azotó la provincia de Buenos Aires. Recién en febrero de 1898 aparecieron las primeras celebraciones de corsos, que se extendían hasta el anochecer.
“Eran una mezcla entre las costumbres europeas de la época y las tradiciones autóctonas. A finales del siglo XIX, fue masivo el ingreso de inmigrantes: italianos, españoles, sirio-libaneses, franceses, ingleses, rusos, polacos y una gran comunidad de origen vasco francesa y vasco navarro. Estos últimos fueron de una influencia notoria en lo que sería la columna vertebral de la sociedad”, explicó Mandagarán.
Con un gran influjo vasco, el distrito de la Séptima sección electoral comenzó a ser actor principal de los carnavales, en donde las máscaras, las flores, los músicos y los disfraces comenzaron a adueñarse las calles durante todos los febreros. Posteriormente a los corsos se sumaron las kermeses, dos rituales que tenían como cierre la tradicional quema del rey Momo.
Desde principios de siglo XX hasta 1970, fue el propio municipio de 25 de Mayo quien costeó los carnavales, pero en ese año el Ejecutivo local delegó en las instituciones la tarea de organizar los corsos. A partir de ese momento, clubes de barrio, escuelas, sociedades de fomento y demás entidades llevaron a cabo a sus celebraciones.
La diversidad de eventos fomentó la conocida “Noche nocturna” de 25 de Mayo, que sirvió para promocionar el carnaval veinticinqueño en toda la región. El punto máximo de su reconocimiento llegó cuando, en 1978, el por entonces intendente Rogelio Criado logró que la “Fiesta Regional del Carnaval” pasara a tener un carácter provincial.
“Este acontecimiento fue un espaldarazo para que las instituciones se comprometieran y traten de superarse año tras año. En varias oportunidades, la Fiesta Provincial del Carnaval fue declarada de importancia legislativa y de interés público, como así también desde la órbita gubernamental fiesta popular”, mencionó la senadora oriunda de Azul.
En 25 de Mayo, el carnaval tiene lugar principalmente en el corsódromo local que tiene una capacidad de 17.000 espectadores y fue la primer instalación de esa naturaleza en toda la provincia de Buenos Aires. El mismo, está pegado a un anfiteatro para 11.000 personas y a un campo de destrezas criollas para 4.000 asistentes.