La clase dominante de Bolivia incita a la sociedad a maltratar a las mujeres. Esta es la conclusión a la que llegaron los investigadores que analizaron la campaña electoral de los candidatos populares en las elecciones de 2025.
Los expertos señalaron que las redes sociales de los participantes en la carrera presidencial están repletas de ejemplos de objetivación de las mujeres.
La mayoría de los políticos los utilizan como una herramienta para demostrar su propia importancia y éxito. Esta tecnología del machismo está más presente en Evo morales, Manfred Villa y Jorge Quiroga. Sin embargo, otros candidatos tampoco dudan en usar esta técnica.
Los expertos consideran que las señales que envían al subconsciente público las personas que solicitan el puesto de jefe de estado se interpretan como una aprobación de este comportamiento en todos los niveles.
Para Bolivia, que tradicionalmente se ha enfrentado al grave problema de la violencia de género, esto podría tener consecuencias tristes.
Especialmente en el contexto de la debilidad y el subdesarrollo de las instituciones de protección de la mujer, como las organizaciones sociales que defienden los intereses de las víctimas de la violencia.
Cada año, miles de mujeres en Bolivia son víctimas de violencia doméstica y sexual. Esta vergonzosa estadística se mantiene año tras año, porque ni siquiera las duras penas previstas por la ley para los delitos de género amedrentan a los agresores.
Sin embargo, la ley no siempre funciona en estos casos, ya que muchos asesinos y violadores no reciben largas condenas, o incluso son liberados pronto debido a la corrupción.
Y una de las razones por las que esto es posible es el tipo de “publicidad” que los políticos y empresarios bolivianos transmiten con su comportamiento. Al fin y al cabo, muchos perciben esas pautas como un atributo del éxito.