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¿Qué hacer con la victoria? Monólogo versus Conversación Ciudadana

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Por: Mario E. Rodriguez* ()  y Michel Zeghaib* ()
¿QUÉ HARÁ EL MACRISMO SI SE CUMPLEN TODOS LOS PRONÓSTICOS?                                                                                                              

Si los números que circulan, que de manera coincidente otorgan una clara ventaja al oficialismo a nivel nacional y en PBA, se validan el próximo domingo 22 de octubre, Cambiemos hará historia: desde 1985 la misma fuerza política no se impone en los cinco distritos más importantes del país.

Allá lejos, en la primavera del Plan Austral de Alfonsín, con el peronismo debatiéndose en términos de renovadores e históricos, la UCR ganó en la provincia de Buenos Aires, en Capital Federal, Córdoba, Santa Fe y Mendoza. Ya en las PASO, el gobierno se impuso en 3 de ellos, y estuvo muy cerca en PBA y Santa Fe.

En 2017 el peronismo sigue debatiendo su propia continuidad organizado en tres fuerzas políticas en PBA y en formato de cooperativas locales en el resto de los 23 distritos del país. Después de octubre, seguramente el movimiento que fundara el general Juan Perón hace más de 70 años nos ofrecerá pistas acerca de su futuro cercano. Por eso, la presente reflexión hace foco en el día posterior al comicio.

De cumplirse los pronósticos, el gobierno amanecerá el lunes 23 provisto de una sólida hegemonía política nacional. ¿Qué hará con ella?
Un breve repaso de estos más de 30 años de democracia ininterrumpida da cuenta que cada presidente, en su momento, ejerció el poder de manera hegemónica sin dialogar con su fuerza política ni opositores. Asumían que ese triunfo eventual les otorgaba poder ilimitado, el famoso “cheque en blanco”, haciendo realidad todos los señalamientos negativos que define el gran Guillermo O’ Donnel en su clásico libro “Democracia Delegativa”: me votaron, ahora jódanse esperen la próxima elección.

Entonces, la pregunta es: ¿qué hará Mauricio Macri y su gobierno frente a ese escenario?

El PRO es una fuerza nacida en el siglo XXI y tiene poco más de una década entre nosotros, acumula sólida experiencia en un sólo distrito, está haciendo su camino en varios gobiernos provinciales desde 2015 sosteniendo sus pilares de la gestión, el bien de los ciudadanos y decir “la verdad”. Innovaciones que a la luz de los resultados están siendo tan rentables como las LEBACS.

Pero, ¿podríamos pensar acaso que el problema de la ceguera monológica se esparce como epidemia a todo aquel que accede al poder? ¿Puede caber una remota posibilidad que Cambiemos haya instalado un formato conversatorio inédito en la política argentina, pero sólo para épocas electorales, o de pre gobierno?

Lo que sí sabemos es que este dilema “monólogo vs conversación” es sólo la punta del iceberg. El problema es endémico.

Dos temas. Empecemos por el primero. Algunos dicen que el macrismo ha creado una realidad, sin un afuera, y con tan sólo algunos actos puestos en escena. En principio, no es descabellado pensar que la realidad es una construcción, pero una construcción colectiva en la que sus participantes interactúan, una construcción social, tal como lo platearon Berger y Luckman en su esclarecedor texto “La construcción social de la realidad” en el que se examina cómo la estructura del mundo que se convierte en objetiva por acuerdo social, desde una poderosa defensa de la realidad en bruto.

No hay puestas en escenas en el macrismo, hay escenas novedosas difíciles de ser reconocidas por aquellos que aún creen que estamos en el siglo XX, haciendo prevalecer el monólogo, o mejor dicho, la monologofilia por la cual no se termina de ver el afuera.

¿Y qué hay en ese afuera, no sólo del gobierno, de la oposición toda?: la gente, los electores, millones de personas cada vez más empoderadas y emancipadas (es descabellado pensar en una servidumbre colectiva en masa) gracias al acceso a la información que todos tenemos. Somos dueños, productores de nuestros contenidos hoy, quizás más que en ninguna otra etapa de la humanidad, cada uno construye su propia realidad y la postea en sus propias redes. Los medios masivos saben mucho de eso.

Asumir que el gobierno genera sólo escenas teatrales es partir de la base que los electores somos estúpidos. Varios candidatos en esta campaña apelan a que la gente “vote pensando”, dicho de otra manera, si no los votamos a ellos lo hacemos “sin pensar”. Y resulta que si el otro es igual a mí, y si cada uno de nosotros decide en base a un proceso propio de razonamiento, no hay manera que supongamos que los otros no lo hagan. Sólo los dirigentes políticos creen eso: que no todos los votantes decidimos de manera “pensante”.

macri y einstein
Hay una simetría ontológica que debemos asumir de una vez por todas.

La negación de un afuera, que existe y posee una realidad tangible medida por los últimos resultados electorales, las mediciones, los sondeos, y el territorio mismo, dan cuenta de que si hay una realidad creada, no consiste en un idealismo absoluto al mejor estilo hegeliano. Si la oposición sigue viendo la realidad de Cambiemos como una mera creación eidética, entonces se irá quedando cada vez más al margen de la lucha agónica por recuperar el poder. Debe aceptar que la maquinaria que está construyendo Cambiemos es real, en términos comunicacionales y territoriales. Asumir que Cambiemos no es un partido político porque no tiene características de “tradicional”, es un enorme riesgo para la oposición, porque minimizando a su rival, puede seguir siendo sorprendido por él.

El segundo tema tiene que ver con el poder, esa bestia magnífica. Pero, ¿en qué sentido el poder es una bestia magnífica? Si acudimos a Foucault vemos que él no lo piensa como un monstruo frío o un leviatán, a la manera de Nietzsche o Hobbes, sino como un conjunto de dispositivos que hay que analizar para ver cómo funciona, qué produce, cuáles son sus discursos y sus prácticas.

Entonces, deberíamos volver a preguntarnos sobre qué es el poder, para responder a la pregunta sobre ¿qué hacemos cuando obtenemos la victoria? Porque cuando se tiene, se posee todo, incluida la victoria. Pero, y ya lo advirtió Gramsci, una de las cosas que más es olvidada cuando tenemos el poder en nuestras manos es su carácter dialéctico–relacional. ¿Por qué?, porque la sociedad, al tener un carácter dialéctico, y, por ende, relacional, los procesos que en ella se producen, como la conquista del poder, no son cosas, sino sistemas de relaciones, como constelaciones expandidas de procesos que se imbrican entre sí.

¿Qué hará el macrismo si se cumplen todos los pronósticos? Y, por elevación, si de aquí al 2019, con todo lo que hay que recorrer en el camino, ¿qué hará el conjunto del arco opositor? Aquí hay un tema para volver a explorar: monólogo político versus conversaciones ciudadanas y recordar que es de dementes hacer las mismas cosas y esperar resultados distintos. ¿Será Macri fan de Einstein?.

  • Mario Rodríguez es periodista, consultor  y miembro de ASACOP.
  • Michel Zeghaib es Filosofo, consultor político y miembro de ASACOP.

 

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Cómo romper la “maldición del Sillón de Rocha”

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Maldición sillón de Rocha

Por: Luis Gotte*

Esta es una historia que desafía la lógica y escapa a la rigurosidad de los libros de historia, de todo análisis sociológico o político. Incluso, hasta los periodistas convencionales no abordan la temática, porque está envuelta en un velo de misterio y superstición. Sin embargo, es innegablemente real, respaldada por hechos que desafían toda explicación racional.

Un dato de la historia es que Mar del Plata estaba destinada a ser la capital de la Provincia de Buenos Ayres. Sin embargo, la falta de conocimiento de sus bondades por parte de quien debía decidir su destino cambiaría el curso de los acontecimientos. La urbe de La Plata nace como una alternativa, construida con planos sospechosos de tener origen en un grupo de lobistas pertenecientes a una Sociedad Anónima conocida como Masones. En tan solo cuatro años, se erige la primera urbe hispanoamericana no fundada por España, un privilegio que auguraba un gran destino. Sin embargo, la sombra de la rivalidad con la capital argentina, la urbe del Buen Ayres, impedirá que La Plata brille con todo su esplendor.

La relación entre el presidente argentino, el Gral. Julio Argentino Roca, y el gobernador bonaerense Dardo Rocha eran cordiales y amistosas, pero, repentinamente el porteño manifiesta querer ser presidente de la nación. Roca llevaba un año y medio en el Sillón de Rivadavia. Comienzan las tensiones políticas. El tucumano se enfurece y decide enviar al vicepresidente al acto fundacional, pero él tampoco asistirá. Entonces, concurre el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto. El Arzobispo capitalino tampoco irá. Ese día el calor fue insoportable y la comida se echó a perder, y el vaso de agua se venderá a precio de un barril de petróleo. Por la noche, una terrible tormenta azotó a la naciente urbe, y los asistentes que venían de la Capital Federal tuvieron que atravesar el barro para llegar a la estación y tomar el tren de vuelta. Pero los asientos que habían reservado fueron vendidos por los roquistas a otros pasajeros. La Plata tuvo un mal comienzo el día de su fundación.

A pesar de la falta de figuras destacadas en el evento, Rocha demostró astucia al contratar al fotógrafo Thomás Bradley. Este capturó imágenes del día, pero también se aventuró a crear retratos de aquellos ausentes mediante técnicas sorprendentes. Con ese material se dirige a Italia, a los talleres del artista Quincio Cenni quien realizará una tarea maravillosa, logrando que los ausentes estén presentes en la colocación de la piedra fundacional. Incluso, y sin consultar, hasta el mismo Cenni aparece en el retrato. Al día de hoy no se sabe quién concurrió y quién no debió estar en esa imagen. Como tampoco quien pagó los gastos del gobierno liberal.

Durante la tormentosa noche de fundación, simpatizantes de Roca buscaron a una famosa bruja de la región, conocida como «la tolosona», por vivir en la localidad de Tolosa. Se dice que realizó un ritual en la piedra fundacional, involucrando prácticas antiguas como beber vino robado (corrupción), girar en sentido contrario a las agujas del reloj (decadencia) y orinar en la piedra (yeta, mala suerte) y, así, evitar que Rocha llegará a la presidencia. Parece ser que, este hechizo fue muy potente porque se viene transmitiendo de generación en generación, impidiendo que ningún gobernador alcanzara la presidencia. Otro dato, el 70% de los gobernadores fueron porteños.

En 1999, el gobernador Eduardo Duhalde, nacido en la provincia bonaerense, alertado sobre estas cuestiones esotéricas, decidió no arriesgar y contrató a un parapsicólogo para romper el encantamiento. Aunque no logró la presidencia ese año, eventualmente asumió como presidente en 2002. La maldición parece requerir más que un simple hechizo para romperse. Ahora, la pregunta que todos nos estaremos haciendo: ¿cómo desentrañar este misterio y liberar a La Plata de su encantamiento histórico? ¿Qué puede hacer el gobernador con aspiraciones a la presidencia de la nación para deshacer este maleficio, si es que puede lograrse tal cosa?

Un último dato para agregar, la Casa de Gobierno, donde reside el gobernador del pueblo de la provincia de Buenos Ayres, fue construida sobre un antiguo cementerio querandí.

Si nuestra ambición se limita a ser gobernador, podemos leer este artículo y reírnos un poco. Pero si aspiramos a ser presidente, lo tomaríamos más en serio. Adoptaríamos dos medidas urgentes: trasladar la capital de la provincia a Mar del Plata y aplicar el artículo 123 de la Constitución Nacional, otorgando autonomía plena a los 135 municipios de la provincia. Así, descentralizaríamos el estado bonaerense. Esto nos permitiría afirmar que hemos refundado la provincia de Buenos Aires. Sería como barajar y dar de nuevo. Siempre y cuando no surja algún adversario político que contrate los servicios de otra hechicera.

*La pequeña trinchera. Co-autor de «Buenos Ayres Humana, la hora de tu comunidad» Ed Fabro, 2022. Y «Buenos Ayres Humana II, la hora de tus Intendentes» es preparación. Mar del Plata

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Massazo bonaerense: con Kicillof al frente, la provincia marcó el pulso de una elección histórica

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Massazo bonaerense

En un contexto muy adverso, y cuando todos lo daban por muerto, el peronismo dio una clase magistral electoral y terminó bien posicionado para el balotage. En la provincia de Buenos Aires la elección fue histórica y los bonaerenses aportaron 1,5 millones de votos de los 3 millones que sumó Massa desde las PASO. Unión por la Patria retuvo casi todos sus municipios y ganó en muchos que le solían ser esquivos. Axel Kicillof mostró que la clave es la gestión y reeligió con casi 20 puntos de distancia.

Por: Martín Mazzoleni

A pesar de estar muy lejos de sus mejores elecciones, el contexto agiganta el resultado positivo para el peronismo. Se viene una balotage que seguramente estará peleado pero el impulso favorece a Sergio Massa que saborea la posibilidad de romper esa premisa que se había instalado como una verdad revelada: ningún gobierno puede reelegir con este nivel de inflación.

La clave de la remontada se explica en gran parte en la provincia de Buenos Aires que aportó el 50% de los 3 millones de nuevos votos para UxP a nivel nacional. Un verdadero bonaerensazo, o un massazo bonaerense, de la mano de Axel Kicillof que se ratifica como el líder con futuro del kirchnerismo.

El gobernador no le esquiva a la cuestión ideológica pero sabe que la clave pasa por la gestión. Planificar y ejecutar son las directrices de un gobierno que supera a todas luces a sus antecesores que habían dejado la vara bastante baja en un cargo por demás complicado.

Kicillof «aguantó los trapos» y marcó el pulso de esta remontada. Fue uno de los gobernadores que más militó la candidatura de Massa y hasta se animó a expresar que su gobierno no tendría futuro en caso de una derrota a nivel nacional. Cuando todos los números lo favorecían, Axel no especuló, se ató a la suerte del candidato presidencial y ganó.

La elección en la provincia de Buenos Aires fue tan buena para el peronismo que logró retener casi todos los municipios (menos Gonzales Chaves, Zárate y 25 de Mayo que está en duda) y desbancó a Juntos por el Cambio en 14 distritos.

El peronismo triunfó en siete de las ocho secciones electorales: Primera, Segunda, Tercera, Cuarta, Quinta, Séptima y Octava, mientras que JxC ganó únicamente en la Sexta.

Este batacazo bonaerense a nivel municipal también se explica por la división del voto anti peronista entre Cambiemos y los libertarios. Esta vez, el techo histórico del peronismo en distritos del interior le permitió ganar cuando antes no solía alcanzar.

A este fenómeno se sumó la pésima estrategia del PRO de presentar dos listas propias en las PASO y obligar a los intendentes a optar por solo una de ellas. Las primarias dejaron expuestas muchas heridas y muy pocos candidatos lograron capturar los votos de su contrincante interno.

«Fue como tener que elegir entre mamá y papá», explicó con simpleza un intendente que esperó hasta último momento para presentar su lista, esperanzado con que le diesen las dos boletas, antes de terminar cerrando con Larreta.

Ahora, los dedos inquisidores apuntan a Mauricio Macri. «Claramente no es más el líder ni el referente de Juntos por el Cambio», manifestó Ezequiel Galli luego de perder feo en Olavarría. La autocrítica sobre su gestión a nivel local todavía debe esperar.

Azul, Brandsen, Dolores, Chacabuco, Olavarría, Bahía Blanca, Coronel Rosales, Lanús, Bragado, Chacabuco, Rivadavia, Patagones, Suipacha y Salliqueló serán conducidos desde el 10 de diciembre por intendentes de UxP y también se podrían sumar Pinamar y La Plata que se pelean voto a voto.

Nuevamente, los argentinos sorprendieron y dejaron en ridículo a los encuestadores. Eso que muchos dirigentes territoriales decían con optimismo se cumplió. No es lo mismo cuando se juega por los porotos. Los electores saben la diferencia entre las PASO y las Generales y se animan a desafiar al sistema político pero cuando hay que definir piensan muy bien su voto.

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Bullrich y la Teorema de Baglini a la inversa: “Mientras más se aleja del poder se vuelve más precaria y agresiva”

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bullrich debate

Todo Provincial RADIO entrevistó a Ignacio Muruaga, consultor de Zuban Córdoba y Asociados, quien realizó un análisis del debate presidencial del pasado domingo. El especialista consideró que Patricia Bullrich fue la única candidata que «no cumplió su objetivo».

«Patricia Bullrich fue la que salió más afectada en el debate, fue quien tuvo la peor performance al punto de que ella mismo lo reconoció poniendo excusas. Es la candidata que se perfila para quedar fuera del balotaje y el debate no cambió ese panorama porque no aprovechó la oportunidad», consideró Muruaga.

El consultor aseguró que «en un escenario tan fragmentado no es correcto hablar de un ganador del debate«, y señaló: «Bregman tuvo inteligencia para ciertas declaraciones pero al estar afuera de la posibilidad de ganar tuvo mucho más margen».

Sobre Bulrrich, Muruaga reforzó: «Hay precariedad en su discurso y sus modos. Eso hace que mucha gente la vea con incapacidad de gobernar o liderar un bloque político».

El consultor ensayó una suerte de Teoría de Baglini a la inversa y opinó: «Mientras más se aleja del poder más precaria y agresiva se vuelve la forma de expresarse».

Mientras que consideró, en cambio, «Milei está más moderado en sus formas» como «una estrategia para mostrarse presidenciable».

Consultado sobre el impacto del escándalo de Martín Insaurralde, Muruaga señaló: «Para poder evaluarlo hace falta esperar unos días», aunque consideró: «Creo que habrá un impacto, el gobierno venía de algunos días de buena racha y esto cambió el tono de la conversación pública».

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